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¿Cómo Lograr uan Ciudad Limpia?

Enrique M. Rovirosa

 

Niña en Labores de Limpieza

Desde hace muchos años, hemos escuchado diversas propuestas para lograr que Mexicali sea una ciudad limpia. Desde aquellas que hablan de la necesidad de hacer campañas de concientización permanentes entre la ciudadanía para que se abstenga de tirar basura en las calles y lotes baldíos, hasta las que proponen establecer mayores sanciones económicas a quienes violen la reglamentación respectiva.

Desafortunadamente, transcurre el tiempo y el problema de limpia persiste.

Cuando uno cruza la frontera norte, al momento de pisar tierra en los Estados Unidos de América, lo primero que llama la atención es la pulcritud de sus calles. No se requiere mucho para entender el por qué de esta diferencia: en primer lugar, al ser la primera potencia económica mundial, este país cuenta con los recursos presupuestales suficientes para mantener un sistema de limpieza público envidiable; en segundo lugar, las leyes si se respetan.

Si nos esperamos a lograr los niveles de riqueza que tienen nuestros vecinos, es casi seguro que pueden pasar, al menos, tres generaciones y Mexicali seguirá siendo una ciudad sucia. Y si agregamos el aspecto de respeto al estado de derecho, bueno…mejor ni hablar.

Pero, si hacemos a un lado las consideraciones más pesimistas y nos concentramos en encontrar alternativas de solución, tal parece que si existe -como dicen en el argot popular- un rayo de luz al final del túnel.

Antes, es necesario aclarar que el Estado (llámese gobierno municipal, estatal o federal) no puede obligar y, menos, sancionar legalmente a los ciudadanos para que mantengan limpia la banqueta y calle que está al frente de sus predios. Esto es producto de una simple razón: la vía es pública. Al no existir un dominio particular sobre lo que es público, por ende, tampoco puede haber obligaciones.

El impuesto predial que se cobra en nuestro país y, por consecuencia, en nuestra ciudad, es uno de los más bajos del mundo. Este tema, requiere por si sólo un análisis exhaustivo. No obstante, está claro que hay un enorme margen de maniobra respecto al cobro que se podría hacer con un poco de voluntad política. En especial, en aquellos predios en dónde el valor de los terrenos y construcciones hacen que el pago actual, signifique una cantidad ridícula, por no calificarla de otra manera.

Paradójicamente, los dos temas anteriores -imposibilidad de obligar a mantener limpio el frente de los predios y el bajo impuesto predial- dan pie a una posible solución al problema de limpia.

Imagínese que el legislativo aprobara un incremento sustancial al impuesto predial pero, con la salvedad de hacer acreditable dicho aumento, a quien mantenga limpio el frente de su propiedad (banqueta y calle).
Para quienes el dinero es un bien escaso, el aumento no significaría un desembolso sino sólo cumplir con el ordenamiento de limpieza. Y para quienes no quisieran aprovechar el trueque que la disposición implica, bueno, pagarían su impuesto, lo que a su vez permitiría presupuestar brigadas de limpa suficientes para dar mantenimiento a la ciudad.

Es seguro que habría costos adicionales para los Ayuntamientos asociados con esta medida, como es el tener personal especial de inspección de limpieza y garantizar que pasen los camiones recolectores de basura. Asimismo, tendría que trabajarse en una reglamentación precisa al respecto.

No obstante, la acción sería de aplicación expedita, legal y de gran conveniencia para todos, pues ayudaría a resolver el grave problema que se padece actualmente.

Para evitar que la acción se desvirtuara en un futuro, se tendría que buscar la manera de garantizar que el incremento impositivo se manejara como una especie de derecho, es decir, atado a una contraprestación directa.

La sugerencia de solución anterior no es contraria ni debe ser excluyente de otras políticas que se tienen que aplicar como es mejorar la educación y la cultura de los ciudadanos. Y lo que es más, debe manejarse como complemento de éstas.

Ojalá y que los responsables de los asuntos políticos locales vean las bondades del esquema propuesto y analicen su aplicabilidad con mayor detenimiento.

Viernes, 29 de junio de 2007.

 
 

    

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