Enrique
M. Rovirosa
Hace unos días, un amigo mío me envió un extracto del
discurso que pronunció el Presidente de la República Francesa, Nicolas
Sarkosy, el pasado 25 de septiembre en la ciudad de Toulon, con motivo de la situación
financiera internacional.
Sarkosy cuenta con 54 años de edad y desde que asumió la jefatura
del gobierno en sustitución de Jacques Chirac el 16 de mayo del año
pasado, ha dado mucho de que hablar. Fue el líder del partido conservador
denominado Unión para un Movimiento Popular (UMP) y se le conoce por su
fuerte postura en asuntos relacionados a la legalidad y el orden así como
su ferviente deseo de revitalizar las relaciones exteriores de Francia. En octubre
del 2007 se divorció de su segunda esposa Cecilia Ciganer-Allbéniz.
En febrero de este año volvió a contraer nupcias con la famosa y
bella modelo Carla Bruni.
En el discurso que dirigió el mandatario, me llamó poderosamente
la atención el énfasis que hizo desde un comienzo a la necesidad
de hablarle al pueblo francés con la verdad, dada la gravedad de la crisis
que se presenta.
Por considerarlo de interés, a continuación reproduzco parte
de dicha misiva:
“Una crisis de confianza sin precedente desestabiliza la economía
mundial. Las grandes instituciones financieras están amenazadas, millones
de pequeños ahorristas en el mundo que depositaron sus ahorros en la bolsa
(de valores) ven cómo su patrimonio se descompone día tras día,
millones de jubilados que han cotizado en fondos de pensiones temen por su jubilación,
millones de hogares modestos viven momentos difíciles por el alza de los
precios.”
“Como en todo el mundo, los franceses temen por sus ahorros, por
su empleo y por su poder adquisitivo”.
“El miedo es sufrimiento”.
“El miedo impide emprender, el miedo impide implicarse”.
“Cuando se tiene miedo, no se tienen sueños; cuando se tiene
miedo, uno no piensa en el futuro”.
“Hoy, el miedo es la principal amenaza para la economía”.
“Hay que vencer ese miedo. Es la labor más urgente. No se
vencerá, no se restablecerá la confianza con mentiras, sino diciendo
la verdad”.
“Los franceses quieren la verdad y estoy convencido de que están
dispuestos a escucharla. Si sienten que se les esconde algo, la duda crecerá.
Si están convencidos de que no se les oculta nada, hallarán en ellos
mismos la fuerza para superar la crisis”.
“Decir la verdad a los franceses es decirles que la crisis no ha
terminado, que sus consecuencias serán duraderas, que Francia está
demasiado implicada en la economía mundial como para pensar siquiera un
instante que pueda estar protegida contra los acontecimientos que, ni más
ni menos, desequilibran el mundo. Decir la verdad a los Franceses es decirles
que la crisis actual tendrá consecuencias en el crecimiento, en el desempleo,
en el poder adquisitivo durante los próximos meses”.
Después de estos párrafos, Sarkozy entró de lleno a un
esclarecimiento crítico sobre la crisis así como a exponer las medidas
que habrán de adoptarse para corregir y evitar que en un futuro se repita
una situación similar. La verdad, bien vale la pena leer el resto del discurso
con detenimiento (Para accesar al documento haga click
aquí).
El mismo día en que Sarkozy hablaba sobre la cruda realidad al pueblo
francés, el Presidente Felipe Calderón se encontraba en la ciudad
de Nueva York.
Entre las diversas actividades que realizó ese día, estuvo la
de un almuerzo con el Economic Club de Nueva York. Durante su intervención
en este foro, el primer mandatario aseguró que México tiene un sistema
financiero fuerte, mismo que no sólo contribuye al crecimiento económico
del país sino que ha permitido neutralizar las afectaciones derivadas de
la crisis económica internacional.
“Ustedes saben que cuando a los Estados Unidos le da gripa, a México
le da neumonía; este no es el caso en la actualidad, estamos sufriendo
realmente el impacto de la situación en los Estados Unidos, pero los datos
nos están mostrando que México es mucho más capaz de sobreponerse
a esta difícil situación”, reiteró.
En general, esbozó que la fortaleza económica permitirá
aplicar un paquete de medidas contra el ciclo negativo, que entre otras, incluye
un aumento importante en el gasto público, manteniendo un déficit
cero en términos de las finanzas públicas, además de tratamientos
impositivos especiales para las pequeñas y medianas empresas.
En este contexto, Calderón dejó claro que el impacto negativo
de la crisis financiera internacional en México será atemperado.
A la fecha, el discurso en todos los ámbitos oficiales en México
sigue siendo el mismo: que estamos mejor preparados que nunca y que la crisis
prácticamente nos va a hacer, según el refrán popular, “lo
que el viento a Juárez”.
En este estado de cosas, el contraste de visión entre los gobiernos
de Francia y México resulta enorme. Mientras uno acepta que su país
y el resto del mundo tendrán que pagar las consecuencias de un descalabro
financiero mundial sin precedente, el otro sostiene que “estamos listos
para entrarle al toro”.
El tiempo dirá quien de los dos fue más certero en la forma de
manejar las cosas. En lo personal, desde ahora aplaudo la postura de Sarkozy.
Viernes, 31 de octubre de 2008. |