Enrique
M. Rovirosa
Tal y como se había comentado en otro
artículo ("La
Demanda que Falta en el Caso del Todo Americano"),
finalmente, hace unas semanas el Consejo de
Desarrollo Económico de Mexicali, A.C.
(CDEM) reconoció que perdió la
demanda que había presentado ante las
cortes de Estados Unidos de América,
con el fin de detener la obra de revestimiento
del canal alterno al Todo Americano.
Dicha obra afectará negativamente al
Valle de Mexicali, pues se estima que se perderán
alrededor de 83 millones de metros cúbicos
de agua al año. Además del impacto
ecológico que ocasionará en las
zonas de humedales de la región, este
volumen se aprovecha actualmente para actividades
agropecuarias en la zona.
La pérdida del vital líquido,
significará efectos económicos
de incalculable valor no sólo para las
actividades que se desarrollan actualmente sino
para las generaciones futuras de nuestro país.
Y pese a ello, el gobierno federal se mantiene
en un absoluto hermetismo y sigue sin informar
cuando presentó y en que consisten las
supuestas protestas que efectuó ante
el gobierno del vecino país del norte.
Lo único que está claro es que
las autoridades mexicanas buscan encontrar el
mejor mecanismo para mitigar los efectos que
tendrá esta obra en las actividades productivas
que se realizan, más no detenerla.
Así, los representantes de la Comisión
Nacional del Agua hacen declaraciones en las
que manifiestan la necesidad de hacer un uso
más racional y eficiente de los volúmenes
que se reciben de manera directa de los afluentes
del Río Colorado.
Destacan que el desperdicio de agua en uso
agrícola es muy elevado y tienen razón.
No obstante, hay que dejar en claro que esta
situación es totalmente independiente
de la obligación que tiene el gobierno
federal de defender, por la vía diplomática
correspondiente, el agua que nos pertenece.
Por lo anterior , resulta patético escuchar
a las autoridades mencionar que se buscará
apoyo del gobierno norteamericano para llevar
a cabo una rehabilitación parcial de
los canales de riego y los pozos en la zona
más afectada por la obra de revestimiento.
Si bien aluden a que los montos de inversión
necesarios para ello implican una cifra comprendida
entre los 150 y 250 millones de dólares,
ésta no deja de ser una migaja en comparación
con el costo de oportunidad que tienen los volúmenes
de agua que se perderán con el tiempo.
En el contexto anterior, hay motivo suficiente
para especular sobre si el gobierno federal
oculta la verdad en torno a las negociaciones
sobre la obra de revestimiento, ya sea por falta
de capacidad negociadora o bien, por que existen
intereses oscuros que no se pueden revelar.
Es difícil saber a ciencia cierta lo
que en verdad sucede, pero lo que resulta evidente
es que el gobierno federal no defendió
nuestros intereses y, en consecuencia, todo
parece indicar que la batalla por el encementado
del Todo Americano se ha perdido, pese a la
inusitada batalla que libró el CDEM.
Al organismo civil la historia le reconocerá
su esfuerzo mientras que a las autoridades le
reprochará la ausencia de transparencia
y el no asumir una postura digna, por lo menos.
Viernes,
10 de agosto de 2007. |